martes, 2 de septiembre de 2014

Temas y...se hunde ¿y?

Que la antigua Basílica de la Virgen de Guadalupe allá en el Distrito Federal se hunde cada año determinada cantidad de centímetros, no es novedad.
Que el Palacio de Bellas Artes, también se hunde anualmente, tampoco porque ambos, son edificios que tienen muchos años de haber sido construido, más desde luego el edificio de lo que fue el santuario mariano más importante de América Latina.
Pero que la terminal 2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la ciudad de México se esté hundiendo 30 centímetros al año, es un dato que casi no se sabía.
Echense ese trompo a la uña.
¿Y quién cree usted que construyó esa obra?
Debe haberle atinado: la empresa Gutsa, la misma que se vio involucrada en el escándalo de la estela de luz y más anteriormente, en la Autopista del Sol, ambas con costos millonarios y de una calidad que deja mucho que desear.
Algunos dirán que muchos de los edificios que existen en la mancha urbana capitalina tienden a hundirse por las condiciones del terreno.
Es cierto.
Pero en el caso de la T-2 del AICM, el meollo del asunto es otro: la corrupción.
Sí, porque con todo y que sea tan común que haya hundimientos de construcciones en varias áreas del DF, lo de la terminal aérea es otra cosa.
Habría que subrayar que en la construcción de esa obra aeroportuaria no sólo intervino la empresa Gutsa, sino también Ingenieros Civiles Asociados, ICA que tuvo un gran prestigio cuando la dirigió don Bernardo Quintana padre y que llegó a ser algo así como el emblema de las constructoras mexicanas que competían con otros grandes consorcios extranjeros.
Según una información reciente sobre el problema en la T-2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, se dice que las autoridades encargadas de todas las instalaciones de esa terminal aérea, han recurrido a rampas, zoclos y grava para ocultar los desniveles que ya se aprecian por el hundimiento.
Esa obra costó millones de pesos que salieron del Erario por lo que no se puede caer en la indiferencia y dejar las cosas como están.
Hay que establecer quiénes son los responsables y a qué tipo de sanciones administrativas se hacen acreedores.
Que no se de aquello de que habría que añadir este expediente al archivo de las estadísticas de obras mal hechas y en las que se ha invertido mucho dinero que es propiedad de nosotros los contribuyentes.
¿Cuántas más habrá que estén en una situación un tanto similar a las obras de la T-2 del AICM?
Seguramente muchas y lo más probable es que no pase nada.
Hay que recordar que a Gutsa ya la habían sancionado las autoridades federales por los problemas en la Autopista del Sol que fue un verdadero fiasco y que terminó costando el triple de lo que se había presupuestado originalmente.
Algo similar a lo sucedido con la estela de luz, aunque en este asunto el hilo se rompió por lo más delgado pues fueron sancionados servidores públicos de cuarto nivel.
Lo que se necesita aplicar la justicia y punto.
¿Hasta cuándo?
Buena pregunta.
La lectura es vida, lo demás… es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx





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