martes, 24 de junio de 2014

Temas y...entre el comunismo y el capitalismo

Por años, los defensores del socialismo y el comunismo han insistido en que estos son los sistemas de gobierno que mejores beneficios reportan a los habitantes de las naciones que los aplican.
Por su parte, los que defienden al capitalismo, también insisten en que este, es el mejor sistema para alcanzar ese bienestar al que todo ser humano tenemos derecho.
De hecho, en el siglo pasado, el mundo se dividió entre países con regímenes socialistas o comunistas y capitalistas.
Finalmente, vino la caída del famoso muro de Berlín y con ello se derrumbó también el mundo socialista-comunista que gravitaba en torno a la Unión Soviética.
Sin  ser un experto, ni pretender serlo, en este tema, lo traigo a colación porque pareciera que algunos países latinoamericanos han optando en os últimos años por el socialismo, cuando este dejó de tener vigencia en un gran número de naciones cuyos gobernantes creyeron sería la clave para el desarrollo de las mismas y el bienestar de sus gobernados.
Creo que sigue habiendo mucho de romanticismo en aquellos que todavía creen que la herencia filosófica que dejó Carlos Marx, es la panacea para alcanzar la verdadera felicidad y el máximo bienestar como habitantes de un país.
En México, hubo una etapa en la que se experimentó prácticamente con el socialismo y fue en el periodo en que lo gobernó el general Lázaro Cárdenas del Río.
Hoy a la distancia, valdría la pena preguntarnos si esa etapa del Cardenismo que permeó en la república mexicana durante el mandato sexenal del político michoacano fue la mejor.
Desde luego no faltarán aquellos que afirmen en sentido positivo, pero entonces tendríamos que preguntar ¿por qué si esa política socialista estaba dando resultados tan positivos y benéficos para la población mexicana de aquella época, el general Cárdenas del Río no quiso dejar como su sucesor al también general y, además paisano, Francisco J. Múgica quien entendía y simpatizaba con esa práctica política y en cambio decidió entregarle la estafeta al general Manuel Avila Camacho, quien no era un socialista convencido y más bien se ubicaba hacia la derecha en el espectro político?
Una de las acciones más recordadas del general Cárdenas del Río fue su política de reparto agrario, es decir dotar de tierras a miles de campesinos para pagarles, de alguna manera, el sacrificio de sus padres y abuelos en la época de la Revolución Mexicana.
Y la región más beneficiada con esa política agrarista del Cardenismo fue la zona lagunera en los límites geográficos de Durango y Coahuila donde se repartieron cientos de miles de hectáreas a los campesinos.
Hoy, a más de 70 años de ese reparto de tierras, la mayoría de los beneficiarios y sus familias, las perdieron y han pasado a manos de empresas privadas, como LaLa que se dedica a la producción y venta de productos lácteos y sus derivados.
Se podrán argumentar uno y mil motivos de que esa política agraria, al final de cuentas, fracasara.
Incluso, se dirá que lo más valioso de esa acción del general Cárdenas fue hacerles justicia  a miles de quienes participaron en la Revolución Mexicana o a sus descendientes, pero entonces ¿qué fue lo que faltó o lo que falló?
Yo soy de los que no comparten la idea de que hay que quitarles a los ricos para dárselo a los pobres. Esos son deseos románticos propios de leyendas como la de Robin Hood o la de Chucho El Roto.
Acabar con las grandes empresas por el estigma de que representan al gran capital, tampoco. Ya está demostrado que no funciona.
Lo que se debe hacer es buscar los equilibrios y que en un entorno democrático como el nuestro en México, se puedan generar condiciones propicias para que los empresarios y los que tienen dinero puedan aplicar mejores programas con alto sentido social en beneficio de sus empleados.
¿Cómo?
A través de las leyes y procurar en todo momento que nadie esté por encima de ellas.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx


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