martes, 15 de octubre de 2013

Temas y...por los bomberos

Si uno observa en acción a los bomberos del vecino país del norte, por citarlos como ejemplo, y a los bomberos de nuestra república mexicana, notará la enorme diferencia en recursos materiales para equipamiento de que disponen unos y otros.
Allá trabajan en la mayor parte del territorio norteamericano con equipo, herramientas y vehículos que son mucho más eficientes que los de nuestros pobres bomberos.
Durante años, he pugnado porque en el presupuesto federal, e incluso, en los presupuestos estatales, se contemplen partidas especiales para apoyar a los honorables cuerpos de bomberos.
Curiosamente, muchos de ellos, llevan a cabo su arriesgada tarea de combatir los incendios y algunos desastres naturales, con equipo y herramientas que los han donado sus colegas de los Estados Unidos de América, principalmente en las zonas fronterizas de nuestro país.
El tema viene a colación porque el pasado mes de agosto, allá en el Distrito Federal, los bomberos de esa gran urbe exigieron nuevos uniformes después de 5 años de que no los han podido renovar y también más y mejor equipamiento.
Un diario de circulación nacional cuestionó a integrantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con respecto a si cabría la posibilidad de que, a través de esa instancia colegiada se pudiera dar respaldo a los tragahumos capitalinos.
Los legisladores y legisladoras entrevistados dijeron que entienden el problema y manifestaron su disposición, incluso, a que se les descontara de su dieta para que esos recursos se destinen a la compra de los uniformes y a cubrir otras necesidades que tienen los bomberos.
Pero como luego se dice, esa postura sólo fue para la foto.
Al día siguiente, varios bomberos y algunos de sus jefes manifestaron que sólo exigían lo que creían justo y que no se trataba de que los asambleístas donaran su dinero para la compra de uniformes, sino de que se establezca una partida especial al respecto en el presupuesto del gobierno del DF.
A casi dos meses de que se les cuestionó, los diputados asambleistas no han vuelto a tomar el tema y parece que todo quedó en buenas intenciones y no podemos olvidarnos que de buenas intenciones está pavimentado el infierno.
Está más que demostrado que de los bomberos, sólo nos acordamos cuando tenemos la desgracia de que nuestro hogar, oficina, empresa u otra propiedad es pasto del fuego.
Entonces sí, valoramos y dimensionamos la importancia de que las ciudades cuenten con sus H. Cuerpos de Bomberos.
Pero, suele suceder con frecuencia, que cuando hay colectas para generarles ingresos, pocas y pocos ciudadanos se desprenden de unas monedas o billetes para apoyarlos.
Un slogan de la Cruz Roja Mexicana, que también pasa por una situación un tanto similar a la de los bomberos, dice, nadie es tan pobre como para no ayudar ni tan rico como para no necesitarla. Se puede aplicar también para ayudarlos.
Ya vimos, otra vez, la solidaridad del pueblo mexicano luego de las tragedias que provocaron Manuel e Ingrid. Seamos solidarios también con los bomberos.
Recordemos que además, una gran cantidad de ellos son voluntarios y no reciben pago alguno por sus servicios.
Finalmente y a manera de anécdota, recuerdo que una vez la colega Petra Miyeyes Muñoz, me preguntó hace años que si conocía el nombre de alguno de los primeros bomberos de México y le dije que don Benito Juárez y así lo publicó en aquel mensuario que ella editaba, Expresso, pero resulta que era un mal chiste de Manuel el Loco Valdez, quien un día dijo en su show de la TV que el primer bombero del país había sido don Bomberito Juárez y la Segob sacó del aire su programa…
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx


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