domingo, 29 de septiembre de 2013

Temas y...¿impunidad o qué?

Las lecciones son las de siempre y no nos las aprendemos.
¿Será que por eso andamos como andamos en materia educativa?
Cuando hay desastres naturales, principalmente de origen hidrometeorológico, los más afectados, desde luego, son los más pobres que son los que tienen casas endebles de pedazos de madera, cartón y plásticos.
Son los que lo pierden todo.
Pero también, se afectan aquellos residentes de conjuntos habitacionales que fueron construidos para los derechohabientes del Issste o del Infonavit y, en ocasiones, de empresas particulares que hacen su agosto en la compra/venta de los terrenos.
A mediados de junio próximo pasado, una gran tormenta se abatió sobre la población de Piedras Negras, Coahuila, donde ya había habido problemas de inundaciones en años anteriores.
Uno de los conjuntos habitacionales más afectados, resultó ser Río Escondido, un fraccionamiento que lo construyó una empresa que es propiedad de Alberto Madrazo Langle, hijo de Sergio Madrazo Pintado, hermano de Roberto Madrazo Pintado.
¿Le suenan estos nombres?
Las casas, se construyeron en una zona de arroyos y por ello fue que al caer una fuerte lluvia, la zona se inundó y las banquetas y guarniciones así como varias viviendas, se dañaron.
¿Quién o quiénes tienen la culpa?
La empresa por construir en zonas de alto riesgo y el ayuntamiento de Piedras Negras que dieron la autorización o licencias de construcción para la viabilidad de ese proyecto.
El anterior y el actual.
Casos como este se presentan en todo el país.
En el más reciente, el de Acapulco, y allí ya no fueron sólo los más pobres sino también, vecinos de fraccionamientos de alta plusvalía e incluso, de muy alta como fue el caso de la zona Diamante, donde hay residencias que cuestan millones de pesos.
¿Y la autoridad apá?
¡Bien gracias!
Ese es el problema.
Dicen los residentes del Fraccionamiento Río Escondido de Piedras Negras que ahora no pueden hablar con el señor Madrazo Langle quien personalmente les vendió las casas y que, según argumentan sus achichincles, está muy ocupado en la ciudad de México.
¡Aunque usted no lo crea!
Esa es la impunidad que no debería existir ya.
Esos son los episodios dolorosos que no queremos ver cada temporada de huracanes.
Y si las autoridades competentes actuaran con mayor rigor y honestidad, no habría tantas tragedias como las que año con año, vivimos en este país de caricatura.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos..hzr@prodigy.net.mx








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