jueves, 20 de junio de 2013

Temas y...¿payasadas?

Seguramente usted ha oído hablar de policías secretos, de policías bancarios e industriales, policías antimotines, policías antinarcóticos, policías comunitarios, etcétera, pero no creo que haya oído hablar de ¡polipayasos!

Sí, así como lo lee: p o l i p a y a s o s.

¿Y eso qué es?, dirá usted.

Yo también me preguntaría lo mismo si no lo hubiera leído hace unos días.

Resulta que allá en Tultitlán estado de México, a alguien se le ocurrió la brillante idea de que para combatir el bulliying en las escuelas se creara una unidad policiaca de ¡polipayasos!

Una media docena de elementos de la policía de ese municipio mexiquense se dedican gran parte de su jornada laboral a combatir la agresión física o verbal de alumnos hacia alguno o algunos de sus compañeros de clases, lo que se conoce como bulliying.

En lugar de armas convencionales, los polipayasos van armados con globos que semejan armas y ellos van maquillados como los mimos por lo que de esa manera conviven con los alumnos en las instituciones educativas y protegen a aquellos que suelen ser víctimas del bulliying.

Habrá quien vea esta medida, levantando la ceja, como diciendo y ahora, estos de cuál fumaron, pero la realidad es que de esta forma se tendrán mejores resultados en la lucha contra esta práctica que cada vez tiene más presencia en las instituciones educativas, de todos los niveles.

Yo considero entonces, que la misma, debería ser analizada y valorar en qué otras actividades se podría aplicar o bien intentar algo similar.

A la mejor algunos de nuestros representantes populares que son tan dados a andar haciendo payasadas, podrían contribuir a algún programa de ese tipo.

Recuerdo el caso en párroco de un estado del centro del país, que ante la cada vez más escasa concurrencia de feligreses a su iglesia, sobre todo niñas y niños, tuvo la idea de esparcir agua bendita ¡con una pistola o ametralladora de agua!.

Usted podrá decir que es un sacrilegio, pero de esa manera, ahora el templo de este sacerdote siempre está a reventar los domingos y los que más disfrutan de ir a la misa, son los menores de edad.

Hoy, otro ministro religioso de un estado norteño, utiliza el mismo método y le ha dado buenos resultados.

A veces, cuando no se tienen los recursos suficientes ni la tecnología adecuada, vale utilizar el ingenio, que tenemos que reconocerlo, nos sobra a los mexicanos y mexicanas.

Por lo pronto allí están los polipayasos.

¡Bienvenidos!

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx









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