martes, 21 de mayo de 2013

Temas y...!Ah, la humildad!

¿Tiene usted idea de a cuánto asciende la fortuna de Madonna?

Yo no, pero supongo que debe de tener varios millones de dólares en sus cuentas bancarias.

Madonna, cuyo verdadero nombre es Madonna Louise Verónica Ciccone, ya rebasó el medio siglo de vida y la mayor parte de esos años los ha dedicado al mundo del espectáculo lo que le ha generado carretadas de dinero.

La llamada Reina del Pop ha vendido entre 300 y 500 millones de discos en todo el mundo y está considerada como la mujer solista más exitosa de la historia musical habiendo ingresado y al Salón de la Fama del Rock.

No proviene de una familia adinerada, su padre, de origen italiano fue empleado de dos empresas automotrices norteamericanas.

Cuando estaba estudiando, en 1977, Madonna dejó la escuela y se fue a Nueva York donde trabajó como mesera en Dunkin´ Donuts y fue bailarina sustituta.

Cuando una la ve en medio del glamur que la rodea, piensa que todo alrededor de ella es felicidad y que su familia no pasa privaciones.

Tal vez sus hijos e hijas no, pero resulta que ella tiene un hermano, que es de los de mayor edad, Anthony quien es un vagabundo que no tiene hogar en Los Angeles, donde reside.

Hace unos días fue arrestado por la policía ya que, bajo el efecto del alcohol intentó atacar al agente del orden que lo sometió a una revisión de rutina.

¿Cómo está eso de que con tantos millones, Madonna tiene un hermano que vive en la miseria y que ni siquiera tiene una casa pues vive literalmente en la calle?

Suele suceder.

Alguien dirá que el hecho de que Anthony sea su hermano mayor no significa que Madonna tenga que abogar por él y darle parte de su fortuna.

Desde luego que no.

Pero, al menos por humildad y humanismo, deberá ayudarlo a que tenga, una vivienda caliente y pueda sobrevivir en mejores condiciones que las actuales.

¿Le falta humildad a Madonna?

Es probable y por lo mismo le sugiero que revise la vida y milagros del nuevo Papa, Francisco, el argentino que ha conquistado no sólo a los fieles de la Iglesia católica, sino a muchas personas en el mundo, precisamente, por su humildad.

Cuando se quedó en Roma para asumir el papado, Jorge Mario Bergoglio, que así se llama el sucesor de Benedicto XVI, habló por teléfono al puesto de periódicos que le llevaban una suscripción allá en Buenos Aires en donde residía antes de ser designado Papa, para que la cancelaran porque se quedaría en El Vaticano y también habló con su dentista para cancelar una cita ya programada, para una revisión bucal. Ni el del puesto de periódicos ni el dentista le creyeron en un principio. Pensaron en que era alguien que se estaba haciendo pasar por Bergoglio, pero él es así y esa humildad debe ser ejemplo para todos, creyentes o no.

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx



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