martes, 21 de agosto de 2012

Temas y...¿se podrá?

A finales de julio próximo pasado, hubo un apagón en la India que afectó a la mitad de la población de esa nación, algo así como 600 millones de personas.

El tema viene a colación porque la cifra de afectados me hizo reflexionar acerca de cómo le ha hecho la India y también China para poder otorgarle, comida y otros satisfactores a tantos millones de personas.

En México, con apenas poco más de 110 millones de personas no podemos salir del bache en que nos encontramos desde hace muchos años, en materia económica.

Es cierto que no todos los millones de habitantes que viven tanto en China como en India, gozan de las mismas comodidades y servicios que requieren para su subsistencia.

Pero cada una de esas dos naciones tiene 10 veces más habitantes que los que tiene nuestro país.

¿Entonces, por qué si somos tan poquitos, comparados con los chinos y los indios, no podemos lograr que todos y cada uno de quienes vivimos en México tengamos los satisfactores que nos garantiza la Constitución Política de la República?

¿Será que allá sus gobiernos no conocen la corrupción?

Hay que subrayar que tanto en China como en la India, desde hace muchos, muchos años, tienen esas enormes cifras de habitantes.

México tiene como nación apenas poco más de 500 años y como país independiente estamos a punto de cumplir 202 años.

No se puede negar que ninguna nación del mundo ha logrado erradicar al ciento por ciento la pobreza y las desigualdades entre sus ciudadanos.

Pero creo honestamente, que en México todavía podemos hacer mucho más de lo que hasta ahora hemos hecho.

¿Qué nos falta?

Alguien dirá que a la mejor hue…pero aparte de eso, creo que más que nada voluntad.

Reconozco que he sido insistente en lo de la voluntad, pero esa es una palabra que no existe, prácticamente, en los diccionarios de muchos de nuestros gobernantes, sin importar el color ni la ideología a la que pertenezcan.

Si se busca un puesto público es para servirse y no para servir.

No para tratar de enriquecerse y asegurar el futuro de los hijos y de sus descendientes.

Cada vez que hay cambio de gobierno en el ámbito federal y desde luego en los niveles estatales y municipales, se dice que ahora si las cosas serán diferentes, pero nanay.

Basta con revisar la docena trágica durante la que nos gobernaron regímenes de signo panista, en el ámbito federal para ver que no hubo esa voluntad de cambio o que se siguió al pie de la letra aquello que tanto pregonaba don Jesús Reyes-Heroles de la estrategia del gatopardismo: cambiar para que todo siga igual.

Hay muchas esperanzas puestas en lo que será el nuevo gobierno federal.

Si lo entiende bien el señor Enrique Peña Nieto, quien sin duda alguna gobernará a este país en el próximo sexenio (no porque yo así lo quiera sino porque al final de cuentas el TEPJF fallará a su favor), tal vez nos pueda ir mejor a los habitantes de este país.

Si no es así, quedaremos esperanzados al gobierno que venga en el 2018.

Y no precisamente tendría que ser de otro signo político, sino simplemente, que quienes tengan las riendas del mismo, lleguen dotados de voluntad para cambiar a México.

¿No cree usted?

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx













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