domingo, 20 de febrero de 2011

Temas y...noticias tristes

La primera vez que escuché su nombre, fue cuando le salvó la vida a Víctor Manuel Liceaga Ruibal, luego del accidente aquel durante la campaña presidencial de Miguel de la Madrid, en la que el hoy ex gobernador de BCS perdió su brazo izquierdo.
Ese día, el doctor Rubén Villareal y Mary Nogales, a la sazón conductores del programa Contacto Directo, me dijeron que tenía que hacer una pausa en mis comentarios e información, que transmitía desde Ciudad Constitución, porque en ese momento se estaban comunicando con el profesor Julio César Saucedo a la ciudad de Guadalajara donde se encontraba en un hospital el licenciado Liceaga Ruibal, en el que se le había sometido a una operación urgente.
Julio César era un hombre cercano a Liceaga Ruibal –fue su jefe de prensa cuando llegó a la gubernatura- y cuando supo del accidente de su amigo, de inmediato se trasladó de La Paz a Guadalajara para estar al lado del accidentado que había perdido su extremidad superior izquierda, lo que puso en riesgo su vida.
Por los comentarios de Julio César supe que un tal licenciado, al parecer agente del Ministerio Público Federal de nombre Jesús Sánchez Villaseñor le había salvado la vida al licenciado Liceaga Ruibal al taponarle la herida para que no se desangrara.
Víctor Manuel Liceaga Ruibal se desempeñaba en ese tiempo como delegado especial del CEN del PRI en el estado de Nayarit. En el momento en que se disponía a abordar una avioneta que formaba parte del equipo de logística del candidato presidencial Miguel de la Madrid, cometió un leve error y lo succionó la fuerza del motor y la hélice le cercenó el brazo izquierdo.
Jesús Sánchez Villaseñor, al darse cuenta de la gravedad de lo ocurrido, auxilió de inmediato al herido y logró evitar que se desangrara, salvándole con esa acción, la vida.
En agradecimiento, Liceaga Ruibal llamó a colaborar a Sánchez Villaseñor, no tengo muy claro si ya una vez que el presidente Miguel de la Madrid lo designó delegado de Iztapalapa en el DF, o ya como diputado federal integrante de la LVIII Legislatura, 1985-1988.
Por cierto en esa Legislatura, Liceaga Ruibal fue compañero de escaño de destacadas políticas, como Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo y Rosario Ibarra de Piedra y de reconocidos políticos priistas como, Luis Donaldo Colosio, los ex gobernadores Miguel Angel Barberena Vega, de Aguascalientes, Angel Sergio Guerrero Mier, de Durango, Fernando Baeza Meléndez, de Chihuahua, Elsieo Mendoza Berrueto, de Coahuila, Jesús Murillo Karam, de Hidalgo, Héctor Terán Terán, de Baja California, Dante Delgado Rannauro, de Veracruz, Renato Vega Alvarado, de Sinaloa, Melquiades Morales Flores, de Puebla y destacados legisladores de oposición, como Heberto Castillo, Pablo Emilio Madero, Jesús González Schmall, José Camilo Valenzuela, Federico Ling Altamirano, Arnoldo Martínez Verdugo, Ramón Danzós Palomino, Graco Ramírez Garrido-Abreu, Cecilia Romero Castillo y Jorge Alcocer, entre otros.
Sánchez Villaseñor, nativo del estado de Michoacán, formó parte del gabinete de Licega Ruibal ocupando el cargo de director de Relaciones Públicas y fue en esa responsabilidad cuando lo conocí.
Yo había hecho una crítica en mi columna en La Extra, por una compra irregular de perfumes que hizo la dependencia a su cargo y él me buscó para aclarar las cosas y desde entonces, se dio una relación respetuosa entre ambos.
Del último cargo que Jesús Sánchez Villaseñor desempeñó como servidor público, del que tuve conocimiento fue el de delegado de Migración en la entidad y hace dos años le fue otorgada una patente de Notario Público en esta ciudad capital.
El viernes pasado por la noche me enteré que Jesús había sufrido una especie de embolia cerebral y la verdad es que ese fue un día de preocupaciones pues una o dos horas antes me habían dicho que un ex gobernador del estado –no cito el nombre porque al tratar de confirmar o desmentir la noticia, así se lo prometí a su hijo a fin de que no se alarmaran ni a familiares ni a los amigos- había fallecido, lo que, afortunadamente no fue cierto.
A Jesús Sánchez Villaseñor, una oración para que se restablezca.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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