martes, 11 de enero de 2011

Temas y...¿Qué nos pasa?

¿Qué nos pasa?
Des hace décadas estoy escuchando que los ayuntamientos tienen problemas económicos y que sus recursos financieros propios no son suficientes para solventar todas sus necesidades.
Los alcaldes en turno, siempre se quejan del esquema de distribución de los ingresos que capta el gobierno federal en materia tributaria y que provoca que los estados y los ayuntamientos sean los más afectados.
Un país con cerca de 2 mil 500 municipios o ayuntamientos, debe de tener problemas, sobre todo en aquellos que, como el caso de Oaxaca, son más pues esa sola entidad tiene 570.
Y, entre otros muchos factores, el problema de la recolección y manejo de la basura que a diario se genera, ha sido uno de los que se han convertido en un verdadero dolor de cabeza de las administraciones municipales.
Ya hemos visto escenas de otros municipios del país y actualmente las están viviendo los habitantes del municipio de Comondú, aquí en Baja California Sur, de la basura amontonada en las calles porque no se tienen los recursos económicos suficientes para retirarla oportunamente.
Algunos ayuntamientos han logrado equiparse con unidades de recolección modernas, pero el problema ya no radica tanto allí sino en el manejo de los desechos orgánicos y inorgánicos que van a dar a la basura todos los días.
Los rellenos sanitarios vinieron a ser una parte de la solución.
Pero creo que los ayuntamientos podrían obtener mayores beneficios con la operación de este tipo de métodos de control de la basura.
Por ejemplo la cogeneración de energía eléctrica.
En muchos países del mundo, sobre todos los más desarrollados, la basura ha dejado de ser un problema y se ha convertido en fuente de generación de energía limpia y que además da ingresos a las arcas gubernamentales.
En México, de los casi 2 mil 500 municipios que operan, únicamente uno de Nuevo León está trabajando en un proyecto para generar energía eléctrica a partir del gas metano que se genera en los rellenos sanitarios.
De esa manera, se evita que ese gas, que es uno de los que tienen mayores niveles de explosividad, se convierta en una potencial bomba de tiempo y se evite, a la par, que se hagan grandes gastos en los ayuntamientos para el pago del consumo de energía eléctrica en el alumbrado público, en las instalaciones deportivas o culturales y en los palacios municipales.
Pero nuestras autoridades deben actuar con seriedad.
Y sobre todo con honestidad, porque me llegó, hace unas semanas, la versión de que un empresario del interior de la república que está teniendo éxito con el manejo de los desechos orgánicos e inorgánicos que se recogen en la calle, intentó invertir aquí en una empresa que se haría cargo del relleno sanitario y resulta que para darle la oportunidad tendría que aportar algo “para la campaña”.
Como no tengo las pruebas documentales ni la versión original de este empresario, no le daré crédito a la especie, pero no hay que olvidar que cuando el río suena, agua lleva.
El problema de la basura y lo que hay que hacer con ella, allí está.
Es cuestión de que quienes andan ahora en campaña para los cargos de alcaldes o alcaldesas e incluso, de gobernador o gobernadora, pongan mayor atención a este problema y que tengan la voluntad suficiente para solucionarlo de una vez por todas.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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