viernes, 26 de febrero de 2010

Napoléon y el príncipe

Hoy voy a hablar de dos personajes.
Uno es un magnate árabe.
El otro, es un dirigente sindical mexicano que vive como magnate.
El príncipe Alwaleed bin Talai bin Abdul Azis al Saud.
Tiene un palacio en Riyad su país natal que está asentado en una superficie de 15 mil 330 metros cuadrados. A la entrada de la maravillosa construcción hay una cascada de agua de seis metros y un gran corredor flanqueado por palmeras. Tiene 137 habitaciones, hay 18 salas de espera, 15 comedores, 10 recámaras y 16 despensas y una docena de elevadores.
La residencia del príncipe Alwaleed, tiene además una sala de proyección, salas e juego y un campo de fútbol con césped artificial.
Por todo el palacio están distribuidos 500 aparatos de televisión y 400 teléfonos.
En el garaje, los empleados mantienen relucientes 200 automóviles entre los que destacan, varios Rolls-Royce, y el Batimóvil usado en la película Batman, propiedad de uno de sus hijos.
El potentado árabe dispone también de 4 aviones privados, dos Boeing 747 y dos Airbus A-320, un helicóptero, un gigantesco yate que permanece anclado en Cannes cuando no está en servicio.
En el interior del palacio hay 20 pequeñas cocinas para cumplir al instante cualquier antojo de su majestad. La cocina principal ocupa una superficie de ¡9 mil 144 metros!
La recámara del príncipe es inmensa pero más lo es el clóset, donde guarda además de una gran cantidad de trajes árabes y occidentales, alrededor de ¡3mil pares de zapatos! Y varios centenares de anteojos para protegerse del sol.
Además hizo instalar un gimnasio de 304 metros cuadrados con todo tipo de aparatos modernos para hacer ejercicios.
Su fortuna se calcula en unos 23 mil millones de dólares.
Este si que es todo un personaje digno de Las Mil y Una Noches.
El otro, es Napoleón Gómez Urrutia, líder nacional de los mineros en México.
Su papi, Napoleón Gómez Sada detentó el liderazgo del Sindicato de Mineros durante 4 décadas en las que explotó y sometió a su capricho y voluntad a los sindicalizados y antes de morir se lo heredó a su hijo con una inmensa fortuna.
Haciendo honor a su nombre, Napoleón tiene varias residencias en el país.
En algunos periódicos de circulación nacional se publicaron fotografías de algunas de ellas ubicadas en los fraccionamientos de más caché en la capital del país y en Monterrey.
Luego se dio a conocer una residencia en Tepoztlán Morelos.
La propiedad está valorada en 3 millones de dólares.
Tiene 5 mil metros cuadrados de construcción y está ubicada en un predio rustico de 28 mil metros cuadrados.
Los lugareños conocen la identifican como “la casa del cerro”.
Fue construida en áreas protegidas.
En su interior, además de la casa, hay una alberca, un jacuzzi para 10 personas, una cancha de fútbol, menor a las medidas reglamentarias, media cancha de básquetbol y cocheras cubiertas para 10 autos, además de un estacionamiento para vehículos de los amigos del líder.
La única diferencia entre estos dos personajes, es que el príncipe Alwaleed es rico de abolengo, porque su familia es millonaria.
Y Napoleón es millonario a costillas de la miseria de sus representados...
La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx

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