jueves, 11 de febrero de 2010

El 14440

14440.
Es probable que el lector piense que hay un error al iniciar la columna y que en lugar de letras aparecieron estos números y se omitió borrarlos.
Pero fíjese que no.
¿Qué cree usted que sea esa cifra?
Desde luego se descarta que una fecha histórica porque en todo caso le faltaría una cifra.
¿El número del domicilio de algún famoso o político destacado?
Nanay.
El de afiliación de quien escribe a no se qué.
Tampoco.
El número del boleto de la rifa de la Hummer que la profesora Elba Esther Gordillo primero le regaló a la Sección Tercera del SNTE y luego dijo que era para rifarla.
No.
¿Entonces?
Se trata de los números que observé ayer que me dirigía al periódico, en el lugar donde va una de las placas que deben portar los vehículos automotores para circular por estas calles de Dios.
Encima de los números una leyenda: ANAPROMEX.
Sí, se trata del vehículo número 14440 que esa agrupación que dice defender el patrimonio de los que menos tienen, ha afiliado.
Es obvio que puede haber muchos más afiliados.
Pero ¿qué es ANAPROMEX?
Es una organización como la ONNAPAFA que surgieron al calor del conflicto generado por los famosos autos chocolate hace ya casi de 15 años.
Según trascendió, estas dos agrupaciones estaban cobrando mil pesos por amparar a quienes son poseedores de un vehículo que no fue importado legalmente al país.
Multiplique usted eso 14 mil 440 autos por mil pesos y le dará una cifra con muchos ceros que sin duda alguna han enriquecido a quienes regentean la ANAPROMEX.
Y lo mismo sucede con la ONNAPAFA.
¿Y las autoridades?
Se hacen de la vista gorda.
En un principio se dijo que las autoridad judicial federal había amparado a esas organizaciones para que pudieran proteger a todos los que acudieran a solicitar a su vez el amparo de la ONNAPAFA y la ANAPROMEX.
Pero de eso ya llovió.
Y quienes ostentan un cartelito con el número y leyenda de las mismas, se pasean como pedro por su casa y ni quien les diga nada.
En cambio usted que paga puntualmente sus placas, tenencia y revistas si se retrasa por algún motivo para cubrir las del periodo correspondiente, ya estuvo que lo multaron.
Ironías de la vida.
Pero que le vamos a hacer si nuestras autoridades generalmente premian a los incumplidos y castigan a los que si cumplen con sus obligaciones fiscales.
Siempre se están dando facilidades y descontando recargos y multas a los que no pagan a tiempo.
Pero ya es tiempo de que eso cambie y que las autoridades se fajen los pantalones.
¿O no, Manlio Fabio Beltrones?La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx

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